miércoles, 28 de febrero de 2007

MANERAS DE ACABAR CON UN PARQUE TRADICIONAL

Vulnerabilidad extrema de las áreas verdes del DF

26 de febrero de 2007

Hace algunos años, el viejo Bosque de Chapultepec y la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixihuca tuvieron casi el doble de áreas verdes de las que ahora tienen. El Zócalo y el centro de Coyoacán tuvieron jardines y no sólo algunas jardineras, y el parque López Velarde, frente al Centro Médico Siglo XXI, contaba con algunos miles de metros adicionales. Casi todos los parques y jardines del Distrito Federal han perdido poco o mucho de sus áreas verdes originales debido a “ razones de peso” que descubren cada nueva administración de la ciudad o de la demarcación. Museos, monumentos, faros y centros del saber, escuelas, casas de la cultura, neverías, viviendas, bodegas, restaurantes, muestras, exposiciones, graderías, pavimentaciones para actos públicos, entre otras cosas, se construyen cada año en las áreas verdes del DF.

Cada año, también, se instalan en las áreas verdes de nuestra ciudad, más muebles publicitarios de acero inoxidable, tipo MUPI, se autorizan nuevas diversiones motorizadas: transportes eléctricos personales, se realizan en su superficie más pesadas “muestras o exposiciones de arte”, promovidas por grandes empresarios, y se permiten en ellas más campamentos de Televisa, TV Azteca y otras de empresas de filmación.

Es evidente que los parques y los jardines públicos del DF son una reserva territorial y un espacio comercial que sirve para que dejen “una huella histórica” los gobernantes en turno o para que hagan mejores negocios los empresarios y los funcionarios públicos. No existe protección alguna para las áreas verdes de nuestra ciudad; pero, sobran maneras de hacer negocios con ellas, como es el caso de la nueva norma de áreas verdes que promovió la señora Claudia Scheinbaum: los “expertos en arboricultura y paisajes tipo disneylandia ” tienen firme el negocio.

En las últimas semanas se han producido tres nuevos atentados contra la integridad del parque México, diseñado por Miguel Ángel de Quevedo hacia 1925, en el centro de la colonia Hipódromo, de la Delegación Cuauhtémoc. Con el pretexto de una Muestra de Arte Contemporáneo, se han instalado, con el propósito oculto de que se permanezcan para siempre: más de doce grandes muebles de acero inoxidable, tipo columna MUPI, de cerca de 4.00 m de altura y 2.00 m de diámetro cada uno, en una sola cuadra, en una banqueta lateral del parque habitualmente sobrecargada de corredores y caminantes mañaneros; se ha construido en el ajardinado del parque, entre dos antiguas palmeras, un cuarto de aproximadamente 5 por 5 metros, con columnas de concreto y tabique, y se ha autorizado la renta de veloces transportes eléctricos personales, típicos de lo supervisores de grandes complejos estadounidenses.

Este parque sufre en sus ajardinados, un día sí y otro también, la invasión de las huestes de filmación de telenovelas o películas. La Delegación Cuauhtémoc hace un enorme esfuerzo para que el parque México imite el desastre social y ambiental del centro de Coyoacán o de la Condesa. Pronto estará pavimentado en su mayor parte. No hay reglamentos, ni leyes que protejan lo mejor del espacio público: los parques, los jardines y las pequeñas áreas ajardinadas. Hemos presentado la denuncia correspondiente este 23 de febrero ante la Procuraduría Ambiental, con el numero de folio: PAOT-2007/CAJRD-157

NO A LAS EDIFICACIONES, LOS MUEBLES PUBLICITARIOS, MUPIS Y LA MOTORIZACIÓN EN PARQUES Y JARDINES DEL DF.

Miguel Valencia

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