lunes, 17 de agosto de 2009

Buenas razones para oponerse a un proyecto aparentemente bueno y razonable

Buenas razones para oponerse a un proyecto aparentemente bueno y razonable

 

Cuando uno mira una foto satelital de la Ciudad de México se puede observar claramente las zonas que aún no han sido urbanizadas y que son los últimos reductos sin construcción dentro del Distrito Federal. Sin entrar en detalles, uno puede ver tres grandes zonas que no se pintan de gris. La primera es en el nororiente del Distrito Federal. Se trata del aeropuerto Internacional de la Ciudad que aparece como un gran rectángulo sin construcción. Debe recordarse que la iniciativa de reubicación de dicho aeropuerto provocó el conflicto con el llamado Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra en San Salvador Atenco que se opuso al proyecto que les despojaba de sus tierras de cultivo. Debido a la resistencia campesina la reubicación nunca fue realizada pero debe considerarse que los medios de comunicación resaltaron la importancia de poder utilizar los terrenos del aeropuerto por su enorme plusvalor.

 

La segunda zona que se puede mirar en la imagen es la Sierra de Santa Catarina, ahí donde la Asamblea Legislativa ha aprobado el cambio de uso de suelo. La tercera zona que se mira desde el espacio sin urbanizarse es Tláhuac-Xochimilco, así como sus humedales.  Al observar la imagen de la Ciudad tomada desde un satélite es fácil comprender la enorme presión por seguir expandiendo la mancha urbana en los últimos reductos. La línea dorada es el ariete que permitirá entrar a estas dos últimas zonas.

 

Crecimiento urbano destructor sin límite: abrirle la puerta al mercado

 

A principios del siglo XX el dictador Porfirio Días decidió crear, ampliar y fortalecer un camino hacia Chapultepec que hoy todos conocemos como Paseo de Reforma. Este camino permitió un espacio de salida para las clases opulentas que para entonces comenzaban a sentirse incómodas en la Ciudad que era en aquel momento lo que hoy conocemos como centro histórico, junto con algunas colonias cercanas. Ello alentó la formación de "Lomas de Chapultepec", una de las zonas residenciales de mayor plusvalor en la actualidad que creció en detrimento del propio bosque.

 

Un proceso similar sucedió cuando se amplió la Avenida Tlalpan, hacia el Sur de la Ciudad, permitiendo que otra parte de las clases adineradas pudiera acudir a una zona en ese entonces tranquila a los pies del bosque. La construcción del enorme estadio Azteca, desarticuló el ya debilitado tejido comunitario de Santa Ursula. La construcción y ampliación del Periférico permitió un acceso y salida hacia el sur de la ciudad, alentando que miles de personas pudieran tomar la decisión de ubicar sus viviendas en zonas antes consideradas alejadas o inaccesibles. Entre otras razones, la construcción de infraestructura del centro hacia la periferia ha impulsado el crecimiento hacia las delegaciones periféricas que han mostrado un crecimiento mucho más acelerado que las delegaciones centrales provocando una enorme presión sobre los recursos naturales y los pueblos que habitan esos territorios.

 

Es fácil de comprender que un camino y en este caso una línea del metro permite interconectar un territorio que podemos denominar semi-desconectado de la economía central urbana y de sus formas culturales y sociales, subsumiendo e incorporándolo a la mancha urbana de la Ciudad de México.

 

Las economías locales rurales, las formas político-culturales de los pueblos originarios,  la relativa desconexión del resto de la ciudad y los límites físico-geológicos habían permitido hasta ahora sostener territorios semidesconectados de la mancha urbana en crecimiento, protegiendo parcialmente el hábitat, ciertos recursos naturales y la forma comunidad en los pueblos originarios. El progresivo abandono del cultivo tradicional y el crecimiento sin límite que invadió los antiguos pueblos, así como el desarrollo inmobiliario como uno de los pilares de la economía de la Ciudad de México abrió un umbral de presión urbanizadora extensiva hacia la periferia.

 

Construir la línea 12 del metro es como romper el dique que contenía la inundación de la mancha urbana invasiva.  Cuando una fuerza colonizadora necesita invadir un territorio, requiere necesariamente de una vía de acceso. La línea 12 del metro junto con sus vialidades aledañas y proyectos que le acompañan, funcionan en la misma lógica colonizante, sólo que en vez de tanques y soldados, por los caminos hacia Tláhuac correrán capitales e inversiones que reordenarán el territorio bajo su propia lógica, la del mercado. El dique hasta ahora estaba formado por pueblos y medio ambiente. Ese dique está a punto de romperse para poder proseguir el crecimiento sin límite, ecuación fundamental del capitalismo.

 

La urbanización desenfrenada está basada en ciertos cálculos que proyectan una población para la Zona Metropolitana de la Ciudad de México para 2020 de 21 millones de habitantes. El problema de la movilidad masiva hacia el centro de la ciudad está anclado en la concentración del empleo en la "ciudad interior" (que integra casi el 40% del total del empleo metropolitano) en sólo 8% del área urbana continua. Una línea de transporte como el metro no soluciona la movilidad masiva concentrada que es en realidad el origen del problema sino que la extiende como veremos más adelante. Algunos estudios urbanos pronostican que la forma de crecimiento de la ciudad para los próximos años "En los municipios del sureste de la ciudad (…) aumenta la probabilidad de urbanización cerca de las áreas urbanas y las vías de transporte"[39] y se señala además que en las predicciones más pesimistas "Las áreas no urbanas de Xochimilco y Tláhuac quedarían completamente urbanizadas (suponiendo que no se aplicaran restricciones a la urbanización).[40] Es decir, dos precondiciones que con las decisiones del Gobierno del Distrito Federal se cumplen para la urbanización.

 

Por otro lado, el ambientalista y especialista mexicano Miguel Valencia explica además que el metro acerca puntos pero aleja destinos.[41] Esto significa que no sólo Tláhuac quedará interconectado a la ciudad, sino pueblos, comunidades, municipios y lugares que hoy NO están enlazados a la megalópolis y que están más allá de los límites del ya alejado Tláhuac. Como sucedió con otras terminales como Indios Verdes, Observatorio o Pantitlán no sólo sus habitantes más cercanos se transportarán de la periferia al centro, sino que mucho más allá de esas terminales se crearán cientos, quizá miles de rutas de transporte y líneas de autobuses, colectivos y microbuses que harán enlace en la terminal. Se interconectará n las delegaciones semirurales, boscosas o con tierras de conservación de Milpa alta, Xochimilco y Tlalpan además de Tláhuac. Pero mucho más allá provocará la interconexión de pueblos y comunidades por fuera del Distrito Federal en el suroriente de la urbe. Lugares antes considerados alejados se conectarán como Ozumba, Amecameca, Juchitepec,  Tenango del Aire, Temamatla, Tlalmanalco, Cocotitlán y Chalco todas en el Estado de México. Pero también del estado de Morelos Tlanepantla, Totolapan, Atlatlahuacan, Tizayuca, Yecapixtla, Tlayacapan, Yautepec, Tepoztlán, Amatlán, Oacalco, Amayuca, Atotonilco y otros municipios y pueblos cercanos. Los destinos se interconectan aunque sean cada vez más distantes en un crecimiento sin límite. El problema no se soluciona ya que "si continúa la aglomeración económica en el área central de la ZM como es previsible, el número de viajes de trabajo necesariamente tendrá que incrementarse y la distancia media de los viajes en la ZM tenderá a ser más grande"[42] Esto querría decir que el gobierno de la Ciudad no se prepara para detener el crecimiento urbano sino para construir las condiciones de dicho crecimiento con los servicios correspondientes. Es, decir, se habría aceptado como incontrolable el crecimiento infinito de la urbanización.

 

La construcción de esta línea elevará el valor de los terrenos en Tláhuac y de las tierras de todos esos municipios y comunidades, lo que presionará inevitablemente al cambio de uso de suelo. La venta entonces será imparable y con ella la urbanización que requerirá a su vez de un universo de servicios. De ahí se explica el enorme interés por romper el límite social, geográfico y ambiental que significa la "frontera de Tláhuac". Una vez roto el dique, la urbanización irá acompañada necesariamente de proyectos inmobiliarios y de servicios. Fracturar esa frontera significa abrir la posibilidad de invadir comercialmente todos los territorios, municipios y comunidades mencionadas incorporando miles y miles de hectáreas de tierras provocando-siguiend o a Valencia- en menos de cinco años la eliminación de la tercera parte del bosque de esas tierras y la pavimentación al menos de la cuarta parte de su superficie, lo que alentará de nuevo la expansión.

 

La decisión de construir esta línea no es una decisión técnica inevitable provocada por el crecimiento demográfico. Es a la vez una decisión político-econó mica, envuelta en el discurso del transporte masivo, barato y popular que sin embargo significa un parteaguas en la historia de la ciudad por los efectos sobre los pueblos y la naturaleza.

 

Adiós al agua y la biodiversidad

El problema del abastecimiento de agua es que la cuenca donde se sitúa la Ciudad de México no cuenta ya con masas superficiales de agua.[43] De acuerdo a información oficial, la Ciudad de México se abastece de la extracción del acuífero del Valle (72%), de la cuenca de los ríos Lerma y Cutzamala (26%) y el 2% restante de las pocas fuentes superficiales que aún quedan en las laderas boscosas que rodean la cuenca. Urbanizar más zonas con asfalto y edificaciones de todo tipo, que impiden que el agua de lluvia permee hacia los horizontes profundos del suelo, es aumentar la sobreexplotació n del acuífero, impidiendo su recarga. Esto ya ha provocado hundimientos diferenciales y amenaza de salinización del recurso debido a los bajo niveles de recarga, e incluso impactos de sobreexplotació n por fuera de la cuenca como la posible muerte de la Laguna de Chapala en el estado de Jalisco (por la excesiva extracción de agua del río Lerma).[44]

Tláhuac es en la actualidad uno de los reductos de la ciudad que aún no han sido sometidos al atroz proceso de mega urbanización. Esta situación permite la existencia de reservas ecológicas en donde se encuentran elementos constitutivos y sustanciales del ecosistema que permiten su reproducción. Como hemos dicho, conserva humedales que sirven como morada para aves migratorias, así como para una enorme cantidad de organismos y microorganismos propios de la región. Es decir, se trata de un espacio geográfico primordial pero no sólo en términos de especies que en él coexisten, sino por la incidencia positiva que su gran extensión geográfica tiene para la vida de sus moradores y, en general, para los habitantes del distrito federal.

En Tláhuac resalta la posible afectación de sus humedales. Es una de las pocas reservas de agua que quedan en el valle de México, remanente del lago de Chalco. Dependiendo de las condiciones climatológicas, la extensión del humedal alcanza entre 400 y 800 hectáreas, representando el refugio de más de 25 especies de animales, entre aves, mamíferos, reptiles y peces.

 

 


 

Es importante mencionar que dentro del territorio de Tláhuac  existen tres canales principales: el de Chalco, el Guadalupano y el Amecameca, así como otros canales más pequeños que configuran el sistema de riego de la zona agrícola, como el Acalote. En la colindancia con San Miguel Xico, en el Estado de México, se encuentra una zona de inundación permanente llamada la Ciénaga de Tláhuac, que representa una importante reserva ecológica.[45]

La Sierra de Santa Catarina –ubicada en el pueblo de San Francisco Tlaltenco–, es un área que, por sus características ecogeográficas, su contenido de especies, así como los bienes y servicios ambientales y culturales que proporciona a la población, debe ser preservada. El funcionamiento natural de los ecosistemas y agroecosistemas es fundamental para el mantenimiento del ciclo hidrológico de la demarcación, ya que allí se realiza la mayor recarga del acuífero en el Oriente de la Ciudad. Además, la vegetación natural regula los escurrimientos superficiales y protege el suelo de la erosión hídrica y eólica. Asimismo, es una región de alto valor para la conservación de la diversidad biológica, especialmente por la diversidad de tipos de vegetación que contiene y su riqueza faunística.[46]

 

 

 

Vista desde la Sierra de Santa Catarina. Al fondo, la Ciudad de México.

 

Es así que, dentro de los servicios ambientales que proporciona Tláhuac a sus habitantes inmediatos, así como a los habitantes de la ciudad de México están: la recarga de los mantos acuíferos, la captación de partículas suspendidas, la producción de oxigeno y la captura de carbono (indispensable para contener y mitigar el impacto del cambio climático), la regulación climática y microclimática, la mitigación de la contaminación auditiva, la retención de suelo fértil, así como su función como espacios de esparcimiento turísticos y culturales.[47]

La Sierra cuenta con una amplia variedad de plantas, ya que se existen aproximadamente 241 especies distribuidas en 73 familias, en donde el 90.5% consiste en plantas nativas, el 6.9% se consideran naturalizadas, el 1.5% introducidas, y el 1.1 % restante, son especies exóticas, como el eucalipto. Por lo que respecta a fauna, se registran 65 especies de vertebrados; 2 de anfibios, 14 de reptiles, 30 de aves y 19 de mamíferos, algunos de los cuales se encuentran en peligro de extinción.

Cabe señalar que Tlahuac aún cuenta con amplias zonas agrícolas, lugares en donde la gente produce un importante porcentaje de los alimentos que se consumen en la región. Así, la agricultura y la ganadería ocupan una proporción significativa de las actividades de la población que habita la zona rural de Tláhuac, así como una gran importancia en la producción doméstica de alimentos.

Es por las razones antes expuestas que, de avanzar el proyecto del Centro Integral de Reciclaje y Energía (ClRE) en la Sierra de Santa Catarina, se propiciará un enorme e irreversible daño ambiental y de salud para la población, no sólo de Tlahuac, sino de la ciudad en su conjunto, se tratará de un total ecocidio.

Sin embargo, el tiradero de basura pensado para el "disfrute" de los habitantes de Tlahuac es sólo un pequeño eslabón en la cadena de megaurbanizació n que se propone en el PPDU para esta zona de la ciudad. Como se ha explicado, el proyecto implica una gran cantidad de hectáreas destinadas a la expansión desmedida de la mancha urbana, lo cual evidentemente devendrá en una mayor urbanización hacia zonas rurales, la expansión poblacional y, por ende, un incremento en el porcentaje en los  servicios provenientes del mismo Cerro de Guadalupe y de la Sierra en general, lo que se traduce en el deterioro de los principales recursos naturales, como la sobreexplotació n de los mantos acuíferos y alteración del ciclo hidrológico, así como la perdida de superficie por cambio de uso del suelo; la afectación de la cubierta vegetal, compactación y contaminación del suelo, modificación de microclimas y erosión de suelos, disminución de especies de flora y fauna silvestre, o bien, su pérdida total; así como la contaminación del suelo y del agua debido a filtración de sustancias toxicas, del aire por gases como el metano, tránsito de vehículos pesados, ruido, y pérdida de áreas verdes, sin contar, sobre todo, el riesgo de perder de manera irreversible el patrimonio colectivo de los pueblos originarios.

La perdida de espacios agroecológicos como ocurriría en la Sierra no debe entenderse únicamente como la pérdida de un espacio físico, sino que comprende un grave problema de tipo social en que no sólo se degrada el suelo productivo y ecológico, sino que se provoca la desertización social de zonas productivas y se abandonan estrategias de revalorizació n de recursos, lo que da pauta para que dichos espacios queden sin expectativas de aprovechamiento racional y en conservación.

Es importante señalar que en dichos proyectos también se violan disposiciones legales como la Ley ambiental del Distrito Federal[48] que establecía que la conservación y el manejo sustentable de los recursos naturales del Distrito Federal deberían prevalecer sobre cualquier otro tipo de uso y destino que se pretenda asignar. Además, establece en su artículo 20 que toda persona tiene derecho a gozar de un ambiente sano y adecuado para su desarrollo, salud y bienestar, y tienen también derecho de exigir a las autoridades el respeto a este derecho.

La importancia de humedales, canales, zonas de cultivo, incluso ha sido reconocida por la UNESCO quien en 2006 llamó a declarar esa zona como patrimonio natural e histórico de la humanidad. [49]

 


 

 


 

 

 

Un ambicioso plan de urbanización para Ciudad de México

 

¿Qué significa realmente el proyecto de la Línea 12 del metro para los pueblos de Tlahuac y la Ciudad de México?

 

La línea del 12 del Sistema Colectivo de Transporte-Metro, es tan solo la punta de lanza de un ambicioso programa urbano durante las dos últimas administraciones tanto del Distrito Federal como del Estado de México. Denominado "Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana del Valle de México"; existe al menos desde el primer tercio del año de 1998 y fue firmado conjuntamente por Cuauhtémoc Cárdenas, César Camacho Quiroz y Carlos Rojas (gobernador del DF, gobernador del EdoMex y Secretario de la SEDESOL durante el gobierno federal salinista); año de su aprobación y puesta en marcha oficial;  sin embargo venía desarrollándose desde tiempo atrás durante la administració n de Manuel Camacho Solís.

 

Tal Programa, tiene como objetivo "el control ordenado de la ubicación poblacional, densificación y distribución de zonas al interior de la Ciudad de México" -conceptualizada como metrópoli y la cual abarca en su conjunto al Distrito Federal, 59 municipios del Estado de México y 1 de Hidalgo- para un mejor aprovechamiento del espacio en la generación de redes económicas regionales.

 

En consonancia con este objetivo de ordenamiento, mientras el cálculo tendencial de población al 2020 para la zona delimitada como Valle de México era de 26.2 millones de habitantes, el Programa de Ordenamiento maneja una población programada de 21.8 millones para el mismo año. Disminuyendo la cantidad de población en los municipios mexiquenses y aumentando en 0.7 millones la cantidad de población estimada para el DF en 2020 (llegando a 9.7 millones).

 

Cabe señalar que el ordenamiento poblacional correspondiente a los municipios mexiquenses pareciera no estar dando resultado por la fuerte especulación de suelo agrario convertido en suelo habitacional o de otro giro urbano que equivale a la construcción de 311 mil viviendas en 21 municipios del Edo. Mex, entre el año 2000 y el 2005.

 

¿Qué pasa con los 4.4 millones de personas de diferencia entre el cálculo de la población tendencial y el de la población programada? Al menos 2.4 millones serían reubicados en una zona conocida como "Corona de Ciudades".

 

La Corona de ciudades es una superficie territorial a manera de anillo que circunda el llamado Valle de México y que incluye a Puebla, Morelos, Hidalgo, Querétaro, Estado de México y Tlaxcala. En la lógica del Programa de Ordenamiento, la Ciudad de México (en tanto metrópoli) y la Corona de Ciudades conforman conceptual -y cada vez más, físicamente- una megalópolis caracterizada esencialmente por el flujo de mercancías, capitales y fuerza de trabajo entre las zonas urbanas -primordialmente- y rurales de estos estados; megalópolis que según estimaciones, para el 2025 podría captar alrededor del 70% de la actividad económica nacional[50].

 

Es en este contexto que el "Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana del Valle de México" incluye entre sus propuestas de acción, la posibilidad de localización del nuevo aeropuerto internacional para la metrópolis en Atenco o Tizayuca, Nodos Metropolitanos de Servicio acompañados de áreas para Nuevos Desarrollos en San Martín de las Pirámides e Ixtapaluca, el desarrollo microregional PRORIENTE, el Proyecto Hidalgo para Tisayuca y otros municipios del edo. de Hidalgo, un Tren radial que bordea toda la sierra de Milpa Alta viniendo desde la Sierra de Santa Catarina para salir hasta Cuautla, otro Tren Radial subterráneo que atraviesa por debajo toda la Sierra de Milpa Alta para salir hasta Cuernavaca,  una "Vía de conexión Sur- Aeropuerto" como conexión de nuevos polos de desarrollo económico; un "Anillo Transurbano" exterior al Periférico y que atraviesa toda la zona ecológica en el sur y occidente de la Ciudad por dentro de ésta afectando a los actuales dueños de estas tierras y a los Parques Nacionales y Áreas Naturales Protegidas, Estaciones Multimodales en Buenavista, San Lázaro, Observatorio, Toluca, Huehuetoca, Ciudad Sahagún, Tula, Tizayuca, Pachuca, Chalco, Amecameca y Cuautla para líneas de Trenes Suburbanos; Áreas de Integración Metropolitana en distintos puntos de la frontera administrativa entre D.F. y Edo.Mex. entre muchos otros aspectos.

 

Este Plan y sus objetivos, son los que han impulsado acciones urbanas como el Eje Troncal Metropolitano que conecta Xochimilco como salida hacia Morelos con la carretera hacia Tisayuca o Pachuca cruzando de sur a norte toda la Ciudad, los segundos pisos de periférico en la zona occidente de la Ciudad, los Puentes de los Poetas y la Avenida de los Poetas construidos por la iniciativa privada como conexión de la zona de Santa Fé con las vías de acceso a la Ciudad a cambio de tierras cuyo precio comercial se valúa en dólares, la actualización y mantenimiento de Circuito Interior, los Distribuidores Viales a lo largo de estos puntos nodales, el libramiento por detrás  de Cuajimalpa hasta la carretera a Querétaro, el Libramiento Norte por Ecatepec, la autopista Aeropuerto-Texcoco. Todas, adecuaciones para eficientar la circulación de mercancías y mano de obra entre zonas de la megalópolis diferenciadas muchas de ellas entre zonas de dormitorio y recuperación de la fuerza de trabajo y zonas de capacitación especializada de mano de obra y/o producción.[51]

 

Y si nos referimos a la zona de Tláhuac, el escenario es bastante semejante, o arriesgando: idéntico. La pieza clave del rompecabezas que es el "Programa de Desarrollo Urbano de Tlahuac 2008" se encuentra en el "Programa de Ordenamiento de la ZMVM de 1988" y es la frontera administrativa entre Tlahuac y Valle de Chalco. Zona rica como hemos dicho, en humedales hogar de aves migratorias, especies endémicas y áreas de cultivo comunitario; es uno de los espacios definidos como Área de Integración Metropolitana a ambos lados de la frontera.

 

Es precisamente uno de los lugares por donde pasará el Anillo Transurbano a un costado de lo que resta del Lago de Chalco antes de internarse en Milpa Alta hacia Xochimilco, sitio del que sale el Tren Suburbano con dirección a Cuautla, tierra de paso por medio de autopista hacia Ixtapaluca, espacio de para Nuevos Desarrollos[52] donde, como se comentaba párrafos atrás está propuesto uno de los Nodos Metropolitanos de Servicio que cuenta con un Área Industrial ya aprobada.

 

Del mismo lado del Estado de México, dentro del Área de Integración Metropolitana -más exactamente: Valle de Chalco- existen ya, 3 zonas definidas como 'Expansión Aprobada' al costado del Anillo Transurbano.

 

Del lado del Distrito Federal, en Tlahuac, cerca del espacio definido dentro del Área de Integración Metropolitana -en plena zona rural- se halla la ampliación y continuación del Eje 10 Sur rumbo a la zona rural del Estado de México. Y se halla como ya se mencionaba el Anillo Transurbano. Dentro de esta planificación general, es comprensible la programación específica expuesta en el Programa de la Delegación Tlahuac:

 

Si bien el programa en sí mismo, es bastante escueto en la exposición de motivos para la ejecución de obras de la magnitud de la Línea 12 del Metro u otras que expondremos a continuación, así como en la denominación específica de tales proyectos; una revisión detallada del Programa nos permite encontrar aspectos relevantes, sobre todo los referidos a las tablas de Uso de Suelo Rural[53] que norman los proyectos y posibilidades de desarrollo en el territorio no urbano de la delegación.

 

Antes una aclaración el Plan de Tlahuac en su noción de Equipamiento, abarca la dotación de espacios e inmuebles públicos y privados para atender los aspectos de salud, educación, abasto, comercio, recreación y cultura, adminstración pública y servicios urbanos. Dejando fuera de la normatividad la posibilidad de inmuebles o espacios bajo propiedad y gestión social.

 

Ahora dentro de las tablas mencionadas, como Equipamiento Rural (ER) permitido encontramos referencias bastante sui generis para terrenos rurales que desnudan lo que el Programa en su redacción quiere callar: encontramos como equipamiento permitido Cines, Centros deportivos, Albercas, Pistas (sin especificar carácter), Club campestre, Academias de Policía, Estaciones Terminales y Estaciones del Sistema Colectivo Metro, Estacionamientos Públicos, Instalaciones para la Transformació n biotecnológica, Centro de Readaptación Social y Centro Integral de Reciclamiento de Energía, como los más relevantes.

        

El encontrar este tipo de Usos de Suelo permitidos dentro de la zona rural de la delegación, junto a la existencia de tanto un Polígono de Actuación a manera de "transición" entre el área rural y el área urbana de la delegación, como del Área de Integración Metropolitana (AIM) deja ver claramente la tendencia hacia la conurbación de secciones importantes de la delegación Tlahuac; en detrimento de la vocación agrícola-comunitaria de los territorios en posesión de los pueblos de Tlahuac.

 

Si a esto sumamos la propuesta de construcción de dos vialidades que van de la Estación Terminal del Metro hasta Valle de Chalco por medio del AIM; de forma más evidente aún, se expone a la luz la concepción por parte del gobierno local acerca de Tlahuac como reserva estratégica metropolitana para su integración al Programa de Ordenamiento de la ZMVM en la oferta de servicios urbanos de transporte, infraestructura y mano de obra; abriendo una nueva ruta para el desplazamiento de fuerza de trabajo hacia las zonas laborales del Distrito Federal o hacia el Nodo Metropolitano de Servicios de Ixtapaluca y su Área Industrial, cerrando así por la zona oriente el espacio urbano y ligándolo con el Anillo Transurbano para el desplazamiento de mercancías, materias primas y personas.

        

Este es el origen y objetivos reales del Programa de Desarrollo Urbano en Tlahuac aprobado por la pasada legislatura local en 2008 y del plan de construcción de la Línea 12 del metro, y no la consulta ciudadana para sus definiciones respectivas.

 

Las consecuencias ambientales que puede representar la transformació n de uno de los pocos territorios naturales y agrarios en la Ciudad de México en otro espacio urbano; la necedad irracional de seguir privilegiando los desarrollos económicos supraregionales o metropolitanos, por sobre los  crecimientos sociales integrales basados en las necesidades, capacidades y posibilidades locales y territoriales[54] aun a pesar del gasto energético y los costos sociales y económicos que este tipo de soluciones representan; vuelven indispensable valorar la pertinencia social y ambiental de la concreción de programas y proyectos como los expuestos en este apartado Urbano-arquitectó nico.

 

Claro que desde la perspectiva de la administració n pública inspirada en el modelo de la socialdemocracia europea, que tiene como orientación el despropósito de un gobierno que logre un capitalismo con rostro humano, la respuesta hacia el aparente caos de los fenómenos urbanos presentes en las ciudades latinoamericanas es el orden modernizador que aproveche los beneficios económicos haciendo 'viable' y 'sustentable' la urbe. Fiel a las tendencias tecnócratas deudoras de los planteamientos teóricos de la época neoliberal, los sucesivos gobiernos federales, estatales y locales respecto a la Ciudad de México, asumen la hipótesis de la ciudad global como imán de capitales, desarrollo económico y poder político; ciudad en constante crecimiento al ritmo que las relaciones económicas del mercado internacional marcan en las urbes del mundo y que se caracterizan por su tendencial crecimiento indetenible, incontrolable y que tan solo se puede aspirar a tratar de 'guiar' bajo ciertos lineamientos que le den certeza de vida en el mediano y largo plazos.

        

En beneficio de las inmobiliarias, se sigue privilegiando la expansión periférica de la urbe en la modalidad de inmensas zonas monótonas de viviendas-mercancí a unifamiliares en detrimento de núcleos de habitación multifamiliar a manera de unidad con servicios, equipamiento e infraestructura para el desarrollo y convivencia social-comunitaria; o el de grandes vialidades y servicios de transporte que sirven al capital por sobre las personas.

        

El caso actual de Tláhuac es sintomático y representativo de esto, y la acción de los habitantes de la Ciudad de México y Tlahuac, será determinante para definir el tipo de crecimiento que se siga en esta tierra, en esta urbe.

 

Como podemos claramente concluir, la línea 12 del metro es sólo un pequeño componente de una visión de desarrollo urbanizador basado en el crecimiento insostenible para la región centro del país, priorizando el flujo de capitales y mercancías a costa de los impactos ambientales, sociales y culturales. Es parte de una visión desarrollista construida antidemocráticamente , de manera excluyente. Es una visión estratégica "desde arriba" y no es en absoluto un plan para las clases populares sino imaginada y planeada para fomentar el intercambio, desarrollo y flujos comerciales, donde el capital inmobiliario juega un rol fundamental.

 

Julio de 2008

 

Frente de Pueblos del Anáhuac

jóvenes en resistencia alternativa

Taller integral arquitect@z



[1] Iván Gómez César Hernández.2006. Movimiento indígena en América Latina: Resistencia y proyecto alternativo. Pag. 161

[2] Peter M. Ward. 2004. México Megaciudad: Desarrollo y política. 1970-2002. 

[3] Andrés Medina Hernández.  2007. Los pueblos originarios del Sur del Distrito Federal: una primera mirada etnográfica.  Pag. 32

 

[4] Enrique Leff. 1998. Saber ambiental. Sustentabilidad, racionalidad, complejidad, poder. Pag. 76.

[5] Ibid. Pag. 82.

[6] Toda esta sección con información de Wikipedia.

[7] Milenio. 5 de abril de 2009.

[8] www. metro.df.gob. mx

[9] ídem

[10] El Financiero.- 24 de septiembre de 2008.

[11] ídem

[12] El Universal- 12 de junio de 2008

[13] Wikipedia.org

[14] Bibian Cinthya. 2008.  (ALSTOM revive gracias al metro) en CNN Expansión. México. 25 de octubre.

[15]  Guadarrama José. 2008. (Obra pública, el imán de ICA) en El Excélsior. México. 18 de agosto.

[16] Morales Betancourt  Matilde. 2006. (Entrevista a Bernardo Quintana Isaac) en Líderes Mexicanos. México. 1 de noviembre

[17] Zamora Briseño Pedro. 2007 (Presa El Cajón, promesas incumplidas) en Proceso. México. 9 de abril.

[18] La jornada. 28 de noviembre de 2007.

[19] El semanario. Sin límites. 8 de mayo de 2009.

[20] El Universal. 15 de agosto de 2006.

[21] La jornada de oriente. 11 de septiembre de 2006.

[22] El SUR. 25 de agosto de 2005.

[23] La jornada. 28 de noviembre de 2008.

[24] La jornada 21 de octubre de 2007.

[25] idem

[26] La jornada. 6 de noviembre de 2008

[27] La jornada. 16 de diciembre de 2005.

[28] CNN Expansión. El Plan "ideal" para cambiar Neza. 10 de abril de 2007.

[29] El Economista. 28 de enero de 2003.

[30] El economista. 25 de marzo de 2009.

[31] Noticieros Televisa. 20 de enero de 2009.

[32] El Sol de México. 30 de agosto de 2008.

[33] El Universal. 26 de agosto de 2008.

[34] El universal. 2 de septiembre de 2008.

[35]  NOTIMEX. 17 de enero de 2009.

[36] NOTIMEX. 5 de mayo de 2009

[37] El Universal. 4 de septiembre de 2008.

[38] El universal. 30 de mayo de 2008.

[39]  Suárez Manuel. Delgado Javier 2007.La expansión urbana probable de la Ciudad de México. Un escenario pesimista y dos alternativos para el año 2020. En Estudios demográficos y urbanos. Enero-abril, año/vol 22, número 001 El Colegio de México. . Pag.125 Subrayado por nosotros.

[40] Ibid 130

[41] Valencia Miguel. La ilusión de las infraestructuras parte III.  En http://red-ecomunid ades.blogspot. com/

[42]  Ibid 133

[43] El río Magdalena, en la delegación Magdalena Contreras, es considerado el único río vivo que queda en la Ciudad de México.

[44] Para este tema ver  Lahera Virginia. Viabilidad hidráulica de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. Contexto internacional, nacional y local. En estudios demográficos y urbanos- Mayo-agosto, núm. 053. El Colegio de México. pp.387-411

[45] Programa delegacional de desarrollo urbano de Tlahuac, p. 5.

[46] Importancia ecológica y Riesgos en el Cerro de Guadalupe de la Sierra de Santa Catarina,

 http://www.tlahuac. net/2009/ 04/importancia- ecologica- y-riesgos- en-el.html

[47] Importancia ecológica y Riesgos en el Cerro de Guadalupe de la Sierra de Santa Catarina, Josué Campos Palacios, Biólogo.

 

[48] Publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 13 de enero del 2000.

[49] La jornada. 2 de octubre de 2006.

[50]Hoy día, la Metrópoli -y más aún la Megalópolis delimitada- es el principal mercado de consumo interno a nivel nacional.

[51] Como dato, 6 de cada 10 viajes en la ZMVM son metropolitanos -es decir, internos-; realizándose más de 20 millones de viajes al día.

[52]Hoy, orgullosa sede del desarrollo inmobiliario de vivienda más grande de Latinoamérica, con edificaciones unifamiliares de no más de 36m2 e infraestructura insuficiente y deficiente.

[53]Programa de Desarrollo Urbano de Tlahuac, pags. 111-116

[54] Como es en este caso el proponer proyectos que buscan desplazar cotidianamente grandes masas poblacionales a zonas laborales a 10, 20 o incluso más kilómetros de distancia (pues esa es la razón primordial para la instalación de obras como el metro en cualquier ciudad del mundo



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