viernes, 15 de junio de 2012

Quien evalúa a los evaluadores

Quien evalúa a los evaluadores

Las recientes manifestaciones de maestros del CNTE, como nos lo aclara el SNTE (muy interesado en marcar las diferencias entre ambos grupos), nos recuerdan los debates sobre la llamada educación ambiental, instrumento que se pelean rudamente los políticos y los empresarios, para controlar el ambientalismo escolar. Hace muchos años preguntamos ¿quién educa a los educadores ambientales? , preocupados por las inversiones gubernamentales en este rubro: el Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable o CECADESU de la SEMARNAT, y la Dirección de Educación Ambiental del DF que controla la secretaria del Medio Ambiente del DF, Martha Delgado y que dirige la ambientalista Luz Pizá, quien hizo carrera en nuestra colonia en el tema de los residuos.  Ocasionalmente hemos deplorado el gran daño que hacen en las mentes de los niños estas entidades tan influidas por los empresarios.

Frente a la furia de Calderón y las televisoras, por los paros y protestas de los maestros del CNTE contra las evaluaciones, cabe preguntarse el por qué de esta tremenda, escandalosa, reacción gubernamental y televisiva.  ¿Quién dice que las evaluaciones que quiere imponer el gobierno mexicano a nuestros niños y maestros son buenas para nuestro país? ¿Quiénes son los genios que aprobaron estas evaluaciones? ¿Fueron acaso los cultísimos amigos o asesores de Elba Esther Gordillo, Josefina Vázquez Mota, Gustavo Madero, Manlio Fabio Beltrones, Ernesto Cordero, Enrique Peña Nieto o Felipe Calderón? ¿Son los niños y los maestros de México un instrumento, equipo o maquina que hay que poner en el mercado laboral, o en el basurero, si no encajan en él? Todo indica que estas evaluaciones llegaron del cielo; es decir: llegaron del gobierno que está arriba de nuestro gobierno y que gobierna nuestras políticas de educación, salud, desarrollo social, medio ambiente, entre otras; tienen su origen en la organización que impone la ideología neoliberal en el mundo, la que busca mercantilizar no sólo la educación,  la salud y , también el agua, los bosques, las selvas, las contaminaciones, el desorden climático, la Naturaleza; la que busca someter a las sociedades desarrolladas a las necesidades de capitalización de los más ricos y poderosos en el mundo. Provienen de la entidad que utiliza a México, para introducir estas políticas en otros países: la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la OCDE; la organización que dirige el Ángel de la Dependencia (Ángel Gurría), arquitecto de la entrega de México al gran capital durante la presidencia del impresentable  Ernesto Zedillo y héroe del ambientalista Quadri. La OCDE ha vuelto claramente irrelevante a las cámaras y a la sociedad mexicana, la que debe ahora someterse a los dictados del nuevo totalitarismo limpio del que habla Michel Freitag, cuando habla de posmodernidad. ¿Qué sentido tiene elegir gobernantes y legisladores que están obligados a cumplir con los dictados de la OCDE?   Los criterios de productividad que se aplican en los procesos industriales se aplican ahora en gran escala en los servicios del Estado, como la salud, la educación, el medio ambiente, para impulsar el crecimiento económico mundial que no llega y que debe pagar las deudas que tienen los gobiernos y las empresas con los grandes bancos y gobiernos del mundo. Todos: niños, maestros, padres, abuelos, a trabajar como maquinas 14 horas al día, para sostener el crecimiento económico que exigen los mercados: el 1% de la población.

 



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Miguel Valencia
ECOMUNIDADES 

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